El Problema del Dolor
En el Sermón del Monte, Jesús contó una historia acerca de dos hombres que edificaron dos casas. Habrían construido al mismo tiempo y cerca uno del otro. Ellos, seguramente, habrán tenido incluso el mismo plano.
Sin embargo, uno de los constructores edificó su casa en arena floja, mientras que el otro edificó su casa en un fundamento de roca firme.
Luego vino la tormenta, con viento y mucha lluvia, golpeando ambas casas fuertemente. La casa que había sido edificada sobre la arena colapsó y cayó sobre sí misma, mientras que la que fue edificada sobre la roca se mantuvo firme.
La moraleja obvia de la historia es que debes edificar tu casa en un fundamento que perdurará, como el que encontramos en las páginas de la Palabra de Dios.
Pero aquí hay una aplicación que algunas veces nos perdemos. La tormenta vino en contra de las dos vidas. El viento golpeó a las dos casas. La lluvia cayó sobre ambos edificios.
El hombre que fue sabio y con mucho cuidado eligió un fundamento estable fue golpeado con la misma fuerza del viento huracanado tanto como el hombre que tontamente tomó atajos y no se preocupó en planificar anticipadamente.
Nadie está exento
Todos experimentaremos tormentas en la vida. Nos sucederán buenas cosas, tanto como tragedias y cosas inexplicables. Cada vida tendrá que compartir el dolor.
A pesar de lo que queramos creer, ninguno de nosotros podrá tomar unas vacaciones extendidas más lejos de lo que el sufrimiento y la tragedia humana alcanzan.
El Primer Ministro Británico, Benjamín Disraeli resumió la vida en esta manera pesimista: "La juventud es un error. La adultez es un problema. Y la vida de viejos es un arrepentimiento."
Puedo entender el pesimismo de Disraeli, pero me permite dar otra respuesta. Dios está en control de la vida del cristiano, y puede sacar cosas buenas de lo malo.
Eso es lo que enseña la Biblia, y eso es lo que creo. Eso no quiere decir que Dios va a hacer que lo malo sea bueno, porque lo malo es malo. Pero quiere decir que lo bueno puede salir de lo malo.
Como afirma Romanos 8:28, "Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito." Una mejor traducción sería: "Él está haciendo que todas las cosas obren y sigan obrando para bien."
La vida es un proceso y, como seres finitos que vivimos momento a momento, no podemos ver lo que hay a la vuelta. No podemos discernir los propósitos finales de Dios.
Pero podemos saber esto: Él nos observa y tiene cuidado de nosotros, el tiene el control y nos ama con un amor eterno.
Pastor Greg Laurie
También te invito a leer "Siendo Sabio en Tus Relaciones" en www.iglesianuevavida.com.ar y ver en el mensaje del domingo, un reporte de lo sucedido en Loreto.
Que Dios los bendiga,
Fernando Pujol
jueves, 25 de junio de 2009
El Problema del Dolor
Publicado por
ALPHA para JOVENES
en
9:56:00
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